lunes, 27 de junio de 2016

Los 5 productos que más emplean mano de obra infantil

¿Sabes cuáles son los productos que más mano de obra infantil emplean? Te mostramos a continuación el “top five”:

1-Extracción de oro 

Este metal, muy preciado en el rubro de la joyería y la electrónica, es una causa importante de trabajo infantil.
El trabajo de extracción en las minas artesanales subterráneas, emplean a miles de niños. Es un trabajo que supone condiciones ambientales extremas, muchas de ellas sumamente tóxicas para el organismo.
Países como Bolivia, Colombia, Senegal e Indonesia, figuran entre los que más emplean a niños para este tipo de tarea.

2-Cultivo de Algodón

Al ser la fibra textil más usada, este cultivo demanda mucha mano de obra en el mundo entero.
En países como Uzbekistán, los niños son obligados a trabajar en su cosecha durante el descanso escolar.
También Brasil registra un alto porcentaje de trabajo infantil en este sector.
En estos casos, las políticas sociales no han tenido éxito al momento de frenar la situación.

3-Cultivo de Caña de Azúcar

Es un caso muy similar al anterior, con el agravante que las condiciones representan mayor riesgo para los niños. Herramientas pesadas y filosas comprometen seriamente la salud de los menores.

4-Fabricación de Ladrillos


En países como Nepal, Pakistán e India, es muy frecuente que cuando una familia contrae una deuda que no puede pagar, envía a sus niños a fabricar ladrillos.
Desafortunadamente, esta práctica es tradicional, y por eso aún se mantiene vigente. Estos niños trabajan largas jornadas, muchas veces en condiciones climáticas adversas.

5-Cultivo de Café

Especialmente niños africanos y latinoamericanos, son sometidos a exigentes condiciones de trabajo en la industria cafetera.
En el momento de la cosecha, suelen trabajar diez horas diarias, mientras que en la siembra, la preparación de la tierra y los almácigos, trabajan hasta 8 horas diarias.

6-Otros

  • Conflictos armados.
  • Coltán.
  • Explotación sexual.
  • Cultivo de la tierra.
  • Pesca y acuicultura.
  • Silvicultura.
  • Ganadería.

Tipos de trabajo infantil

Tipos de trabajo infantil

Dependiendo de la cultura del país, del nivel socio-económico del lugar y de cuán severas sean las políticas sociales, el Trabajo Infantil se presenta de distintas maneras.
Una de las peores formas de trabajo infantil es aquella que supone claras condiciones de esclavitud.
En este caso los niños suelen ser separados de su familia y reciben escasa o ninguna remuneración, solo trabajan por el alimento.
Otras dos modalidades que también se encuentran entre las peores formas de trabajo en niños son la prostitución y la pornografía infantil.
Sin embargo, más allá de las distintas formas, Unicef distingue entre dos grandes tipos de trabajo infantil:
  1. Niños que trabajan dentro del núcleo familiar. Junto a sus padres y hermanos en familias de campesinos o artesanos, los niños trabajan y aportan a la economía de la casa.
En este caso, la situación típica responde a una gran pobreza de la familia, la que no dispone de infraestructura ni de las mínimas garantías sociales.
En estos casos el niño suele trabajar pocas horas y si bien lo hace en condiciones precarias, toda la familia participa de tales condiciones.
  1. Los niños trabajan bajo órdenes de terceros. Muchas veces son empresas multinacionales las que contratan este tipo de mano de obra. Otras veces son personas que tienen negocios fraudulentos y se aprovechan de condiciones de vulnerabilidad.
Es en este segundo grupo se encuentran generalmente los peores casos de explotación infantil.

Día del Trabajo Infantil: Hay 1.65 millones de menores que trabajan en el Perú

Día del Trabajo Infantil: Hay 1.65 millones de menores que trabajan en el Perú

La mayoría labora más horas de las permitidas y en condición de explotación, y los que lo hacen en la calle ganan solo S/.9 al día.

Marlon tiene 11 años y desde los 10 trabaja en los campos de arroz de Tumbes. Pese a los operativos realizados por las autoridades, todos los días el pequeño sigue sumergiendo su menudo cuerpo en el agua para sembrar arroz.
Su jornada, al igual que la de un adulto, empieza a las cinco de la mañana y termina a las cuatro de la tarde. No le queda tiempo para estudiar. Marlon no tiene infancia. No sabe que mañana se celebra el Día del Niño. Él solo quiere ganar su dinero. Pero, por su duro trabajo, le dan una propina diaria de 20 soles.
Así como Marlon, en el Perú hay 1 millón 659 mil niños y adolescentes que trabajan, casi la mitad en condiciones de explotación.
Según las cifras del INEI al 2011, de los siete millones de niños y adolescentes (entre 6 y 17 años) que existen en el país, 832 mil tienen entre 6 y 13 años, menos de la edad establecida para trabajar.
Según las normas actuales, los adolescentes pueden laborar a partir de los 14 años en un horario máximo de seis horas al día y percibiendo el sueldo mínimo.
Ellos no pueden realizar labores peligrosas en minas, fábricas de ladrillos, carbón, coheterías, entre otros. Tampoco pueden exponer su vida vendiendo en las calles. Pese a ello, más del 50% de los menores trabaja en condiciones deplorables.
FALTA SUPERVISIÓN
Nayda Ramos, adjunta de los Derechos del Niño de la Defensoría del Pueblo, recordó que, según la legislación vigente, los municipios y las direcciones regionales de trabajo son los encargados de llevar un registro del trabajo formal que realizan los menores. No obstante, una supervisión detectó que la mayoría de dependencias no cuenta con dicho registro.
“Esto quiere decir que, en ciudades grandes como Arequipa, Chiclayo, Huaraz, Huamanga, Ica, Trujillo, Tumbes e incluso Lima,no se fiscaliza si los menores trabajadores cumplen los horarios establecidos por la ley, reciben los beneficios que les corresponden o están en condición de explotación”, manifestó Ramos.
La especialista detalló a Perú21 que, durante la inspección, se detectó que en 11 regiones los adolescentes reciben sueldos por debajo del mínimo vital; en otras nueve regiones los menores trabajan más horas de las permitidas, y en 12 regiones hay niños trabajando en oficios riesgosos.
TRABAJO INFORMAL
Asimismo, advirtió que hay un gran número de menores que trabaja de manera informal y sobre ellos no hay ninguna información oficial.
Se estima que en el Perú hay unos 200 mil niños que trabajan en la calle. Amelia Cabrera, directora ejecutiva del Programa Nacional Yachay –organismo dependiente del Ministerio de la Mujer y que reinserta a los niños de las calles a las escuelas–, dijo que en la mayoría de los casos los menores laboran con sus familias.
“Estos chicos están expuestos a una serie de riesgos, como enfermedades, la contaminación, el frío, el calor, los hurtos, los accidentes o, incluso, las agresiones físicas o verbales que suelen ocurrir en la calle. Lo peor es que solo ganan, en el mejor de los casos, nueve soles al día, lo cual no es significativo para la canasta familiar”, manifestó.
Cabrera indicó que el desgaste físico de los menores les resta tiempo para el estudio o la recreación. Además, investigaciones hechas sobre la materia demuestran que los niños que trabajan a temprana edad sufren de hasta tres años de retraso escolar.
Para revertir esa situación, desde el programa Yachay, en un año y medio de trabajo, se ha logrado reinsertar a la escuela a 700 menores que trabajan en la calle, y actualmente se apoya a 5,400 niños y adolescentes. Además, próximamente se contratará en Lima a defensores públicos para que intervengan en favor de los niños trabajadores.
“El gobierno seguirá impulsando políticas para erradicar el trabajo infantil, pero lo más importante es cambiar la actitud de las personas que nos hemos acostumbrado a ver que los niños trabajen en la calle. La comunidad no debe ser tan tolerante e indiferente ante este hecho”, subrayó.
CAPACITACIONES
Por su parte, María Katia Romero, especialista en trabajo infantil de la dirección de Derechos Fundamentales del Ministerio de Trabajo, explicó que el Gobierno ya está trabajando en la capacitación de los funcionarios públicos y de los fiscalizadores para que puedan hacer intervenciones en los casos de irregularidades en el trabajo infantil.
Para ello se elabora un protocolo con los mecanismos y pasos a seguir a fin de identificar estos casos.
También se están desarrollando estudios para tener acceso a estadísticas actuales y conocer más sobre las consecuencias de los daños que causa el trabajo a temprana edad.
Romero dijo que, en el marco de la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil 2012-2021, se ha puesto en marcha tres proyectos pilotos, en cinco regiones del país, que benefician a cerca de 8,000 niños.
A través del piloto que se ejecuta en Huánuco se otorga un bono de incentivo a las familias cuyos niños terminen y aprueben el año escolar. El objetivo es repetir la experiencia en el país y que el Estado asigne un presupuesto para ello.

Trabajo infantil: Uno de cada cuatro menores trabaja en el Perú

Trabajo infantil: Uno de cada cuatro menores trabaja en el Perú

De los pequeños entre 6 y 13 años que laboran, el 67.5% se ubica en zonas rurales, según el Ministerio de Trabajo.

Cada vez es más frecuente encontrar en las calles a niños que, en vez de disfrutar su infancia y estudiar, están trabajando. Así, en el Perú, uno de cada cuatro niños trabaja, es decir, 1.659 millones en total, informó el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
Asimismo, del total de menores trabajadores, el 58.7% se encuentra en las zonas rurales del país, según los indicadores revelados.
POR EDADES
De la misma forma, se indica que el trabajo infantil es predominantemente rural en menores de 6 a 13 años, ya que 67.5% de este grupo etario reside en este tipo de zona.
No obstante, los datos señalan que esta situación cambia en el grupo de adolescentes de 14 a 17 años, ya que los menores que trabajan en zonas rurales y urbanas registran similares porcentajes, 50.3% y 49.7%, respectivamente.
En cuanto al rubro de los adolescentes, un 33.9% realiza trabajos considerados peligrosos, dado que laboran 36 o más horas a la semana.
Por otro lado, el ministerio indica que, del total de niños y adolescentes que trabajan en zona rural, el 87% tiene como principal tarea ayudar en la chacra o en pastoreo de animales, mientras que, en zona urbana, el 32.9% se dedica a ayudar en negocios familiares.
POR REGIÓN
Asimismo, las regiones que presentan mayor concentración de trabajo infantil son Huancavelica (79%), Puno (69%), Huánuco (65%), Amazonas (64%) y Pasco (50%). Así, las tasas de trabajo infantil en estas zonas superan el 40%. Es decir, están por encima del promedio nacional.
La cartera ministerial precisa que solo en las regiones de la costa se aprecia una reducción importante del trabajo infantil, excepto en Áncash, en comparación con cifras del 2005.
La situación en la sierra es más alarmante, ya que solo Cusco, Apurímac y Ayacucho muestran una disminución significativa en esta problemática. Asimismo, si se evalúan las condiciones dentro de la selva, se revela que en todas las regiones el trabajo infantil aumentó.
TENGA EN CUENTA
Deserción escolar
El 14% de los niños y adolescentes entre 7 y 19 años no han concluido sus estudios y no están matriculados en ninguna entidad educativa.
Trabajo infantil
En el 2012 se diseñó e implementó la Estrategia Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (Enpeti).

miércoles, 22 de junio de 2016

Proyecto Semilla rinde cuentas en el “Día Mundial contra el Trabajo Infantil”









Comunicado de prensa
Proyecto Semilla rinde cuentas en el “Día Mundial contra el Trabajo Infantil”

“Se han emprendido varias iniciativas desde el Estado peruano y las organizaciones no gubernamentales, fundamentalmente dirigidas a erradicar las peores formas de trabajo infantil. Sin embargo, casi no ha habido programas para atender a los niños, niñas y adolescentes que trabajan en las zonas rurales dedicados principalmente a la realización de labores agrícolas”, sostiene Maró Guerrero, directora del Proyecto Semilla, en ocasión del undécimo aniversario del Día mundial contra el trabajo infantil. 

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2010, en Perú cerca del 28,3% del total de los niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años se encuentra trabajando, el 52,1% de ellos se concentra en la zona rural. La temática de los niños trabajadores en las zonas rurales es poco conocida e incluso justificada por distintos argumentos ligados a lo cultural. Si bien muchos niños, niñas y adolescentes realizan labores que contribuyen con su formación, otros trabajan en actividades agrícolas peligrosas o que demandan demasiado tiempo, afectando de esta manera su escolarización.

Entre algunas de las tareas peligrosas que el Proyecto Semilla ha registrado a través de su sistema de monitoreo, están el uso de herramientas punzocortantes tales como la hoz y el machete, así como el uso de sustancias tóxicas para fumigar. También se ha detectado el transporte de cargas pesadas, especialmente durante los períodos de cosecha.  Estas actividades ponen en riesgo su salud, incitan el ausentismo escolar y generan problemas como el abandono, el bajo rendimiento y el rezago escolar. Cabe añadir que muchas de estas actividades se realizan por jornadas de más de 6 horas diarias, sin supervisión adulta, para terceras personas  e incluso en el seno familiar.

Para visibilizar dicha problemática se ejecuta, el Proyecto “Semilla”, proyecto piloto de la Estrategia Nacional de Erradicación de Trabajo Infantil impulsada por los Ministerios de Trabajo, Educación, Inclusión Social, Agricultura, Mujer, Economía y Finanzas, principalmente. El Proyecto Piloto Semilla es ejecutado por las ONGs Desarrollo y Autogestión, Desco y World Learning, con el financiamiento del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos (USDOL) y busca aportar a la formulación de políticas públicas en materia de trabajo infantil. Para ello impulsa un Diplomado en Políticas para funcionarios de Ministerios y Gobiernos regionales; además desarrolla un programa de fortalecimiento institucional; un programa de investigación de distintas temáticas relacionadas con el trabajo infantil agrícola. Finalmente, Semilla implementa proyectos piloto en Junín, Pasco y Huancavelica, donde con la participación de los Gobiernos Regionales e instancias regionales de educación, valida estrategias de intervención en educación, generación de ingresos para las familias y comunicación.


Semilla viene atendiendo a la fecha, un total de 3276 niños y adolescentes en los servicios educativos de Horario Extendido (1600 NNA), Nivelación (276 NNA) y Multigrado (1400 NNA),  en un conjunto de 1258 familias, quienes reciben capacitación en nuevas tecnologías y sensibilización en temas de trabajo infantil con programas de Producción de  Papa, Frejol, Pastos, Cebada, Palta, Cafe y Cacao.

Notas para editores

El Día mundial contra el trabajo infantil, que se celebra cada año el 12 de junio, es la principal fecha anual de sensibilización dedicada al trabajo infantil en el mundo. Se realizan actividades en más de 50 países, desde debates de alto nivel hasta campañas.

En Huancayo, Semilla participará en el Foro público regional por el Día mundial contra el Trabajo Infantil, organizado por el Comité Ejecutivo Regional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil CDRPETI-Junín. El mismo se realizará el miércoles 12 de junio en el Auditorium mayor del Instituto de la Juventud, a las 9:30 am. Durante la fecha, los impulsores de Semilla darán ponencias y se proyectará en estreno un video documental sobre trabajo infantil en zonas rurales del Perú.

Para más información o para programar entrevistas con expertos en trabajo infantil peligroso en zonas rurales, puede ponerse en contacto con el número listado al final del documento.

Sede Huancayo. Jr. Cusco Nº 169
Telf: (064) 600057  | Prensa: 954820781
www.semilla.org.pe | Facebook: /SemillaTI | Twitter: @SemillaTI

Percepciones existentes sobre el trabajo infantil rural

Percepciones existentes sobre el trabajo infantil rural
Objetivos del proyecto:
El objetivo central de este estudio es profundizar en el conocimiento de las percepciones existentes sobre el trabajo infantil rural, sus características y dinámicas, tanto en la Amazonía como en el mundo andino. Para el primer caso se analizarán poblaciones indígenas de asháninkas y yáneshas (Pichanaki - Junín) y para el segundo se estudiará población de las comunidades campesinas andinas de Huancavelica. Así mismo, se indagará en las percepciones que la propia población tiene acerca del trabajo infantil, en cómo lo entienden, cómo lo valoran y sobre las probables diferencias que establecen por edad y género para su desempeño. Se incidirá también en la dinámica del trabajo infantil en las tres zonas, especialmente en las actividades agropecuarias, tomando en cuenta las modalidades de participación de los niños, niñas y adolescentes en función del género y de la edad, a fin de captar sus variaciones y peculiaridades. El presente estudio tiene una visión comparativa, por lo que establece semejanzas y diferencias entre las tres zonas elegidas. Es particularmente destacable la oportunidad de haber podido desarrollar un estudio en un tema tan poco tratado en la población indígena amazónica. Asimismo, la presente investigación es de naturaleza cualitativa y basada íntegramente en un breve trabajo de campo realizado en dos períodos. Para ello se recurrió a la observación participante, la organización de grupos focales con niños, niñas y adolescentes, y a la realización de entrevistas y conversaciones informales con padres de familia, profesores y autoridades de las comunidades[1].
En cada región se realizó un promedio de ocho grupos focales con niños, niñas y adolescentes, con cinco a seis participantes en cada uno de ellos (cuatro grupos por comunidad), divididos por edades y por género, a fin de captar la diversidad de labores atribuidas en base al géneroy a los cambios en el aprendizaje de las actividades a través del tiempo. Los grupos de edades con los que se trabajó fueron de 6 a 8 años, de 9 a 11 años, de 12 a 14 años y de 15 a 17 años. Solo se realizaron dos grupos focales mixtos, uno en Junín y otro en Pasco, por falta de disposición de tiempo, y solo dos grupos focales en una comunidad ganadera de Huancavelica, debido a la ausencia de niños y niñas. Para trabajar con los chicos y chicas, estos fueron ubicados en las escuelas primarias y secundarias de sus comunidades, por lo que todos los participantes de la investigación son estudiantes. Esta característica es importante de destacar ya que resulta parcial en la interpretación de la importancia e influencia del trabajo en su formación educativa. A fin de comparar los diversos contextos y actividades relevantes, en cada región se visitaron dos comunidades, seleccionadas estas últimas por su distinto grado de conexión a la ciudad y por los servicios básicos con los que cuentan, los cuales pudieran ejercer influencia en las dinámicas de socialización y de trabajo de los chicos y chicas.



[1] El trabajo de campo se llevó a cabo durante el mes de noviembre y la primera quincena de diciembre del 2014.Leer más: http://semilla.org.pe/

Proyecto Semilla

Proyecto Semilla fortalece lucha contra el trabajo infantil

Reseña del proyecto

En noviembre de 2011, el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, abrió una convocatoria para la ejecución de un Proyecto de Erradicación del trabajo Infantil en el Perú. La Fundación Desarrollo y Autogestión DyA, el Centro de Estudios y Promoción y Desarrollo – desco, y World Learning, se asociaron para proponer la ejecución del Proyecto “Semilla”.

El Proyecto Semilla tiene como propósito aportar a la formulación de políticas públicas relacionadas a la erradicación del trabajo infantil en actividades agrícolas familiares. Para ello, desarrolla acciones con cinco ministerios, tres gobiernos regionales y más de 30 gobiernos locales, dirigidas a fortalecer las capacidades institucionales para enfrentar el tema y desarrollar capacidades en los funcionarios responsables de la formulación e impulso de políticas.
 Semilla ha sido reconocido como el Primer Proyecto Piloto de la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil impulsado por el Ministerio de Trabajo con la participación de varios Ministerios. En las intervenciones de campo, Semilla atenderá directamente a 6,000 niños, a través de servicios educativos directos y a más de 3,000 familias a través de su componente de generación de ingresos.

lunes, 20 de junio de 2016

Que se entiende por trabajo infantil?

¿Qué se entiende por trabajo infantil?
Existen diferencias considerables entre las numerosas formas de trabajo realizadas por niños. Algunas son difíciles y exigentes, otras, más peligrosas e incluso reprobables desde el punto de vista ético. En el marco de su trabajo, los niños realizan una gama muy amplia de tareas y actividades.
Definición del trabajo infantil

No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se considera positiva. Entre otras actividades, cabe citar la ayuda que prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio familiar o las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero de bolsillo. Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia; les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.


El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.



Así pues, se alude al trabajo que: es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño; interfiere con su escolarización puesto que: les priva de la posibilidad de asistir a clases; les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho tiempo.



En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una edad muy temprana). Cuándo calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad específica dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo en cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza, y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país a otro y entre uno y otro sector.



Distribución del trabajo infantil por sector de actividad económica


El sector de la agricultura comprende las actividades de la agricultura, la caza, la silvicultura y la pesca.


El sector de la industria comprende las minas y canteras, la manufactura, la construcción, y los servicios públicos (electricidad, gas y agua).



El sector de los servicios comprende el comercio al por mayor y al por menor; los restaurantes y hoteles; el transporte, almacenamiento y comunicaciones; sectores de la finanza y los seguros; los servicios inmobiliarios, a empresas y comunidades; así como los servicios sociales a las personas.


Las peores formas de trabajo infantil


Aunque el trabajo infantil adopta muchas formas diferentes, una prioridad es la eliminación inmediata de sus peores formas de trabajo infantil según la definición del Artículo 3 del Convenio núm. 182 de la OIT:

a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados;


b) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas;


c) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes, y;

d) el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.


El trabajo que pone en peligro el desarrollo, físico, mental o moral del niño, sea par su naturaleza o por las condiciones en las que se efectúa, es denominado “trabajo peligroso”. 

Por qué no deben trabajar los niños

Las razones por las cuales los niños no deberían trabajar son las siguientes:
·         El trabajo entorpece el libre desarrollo del niño y la niña: le quita tiempo o le entorpece el estudio.
·         El niño y la niña no tienen todavía el criterio para tomar decisiones, por lo tanto, el niño o la niña que trabaja están siempre obligados a ello. A no ser que los tutores de los niños consientan o les obliguen a trabajar a partir de los 16 años.
·         El trabajo no permite al menor ser un niño o una niña, por ejemplo, no le da espacio para la lúdica, tiempo normal para los niños del mundo.
·         El trabajo atenta contra los derechos fundamentales del niño.
·         El trabajo puede poner en riesgo su salud mental y física, por ejemplo, existen labores que entorpecen el normal crecimiento (trabajar en un socavón) o atrofian su cuerpo.

La explotación infantil por regiones

Aunque las cifras coinciden casi siempre con los países en vías de desarrollo o países pobres, los países industrializados están implicados en este drama debido a que en muchas ocasiones adquieren productos en los cuales los niños y las niñas de los países en vías de desarrollo trabajaron. Por otra parte la constante ola migratoria que llega a los países industrializados lleva consigo un alto número de menores de edad, muchos de los cuales viven en marginación en los países ricos y se ven obligados a trabajar para ganarse la vida. Las regiones vistas en porcentaje de niños que trabajan del total de menores de edad según el informe UNICEF son:
·         Asia y Oceanía: 19%.
·         África subsahariana: 29%.
·         Latinoamérica y Antillas: 16%.
·         Oriente Medio y África septentrional: 15%.
·         Países industrializados: 2,5 millones de niños y niñas trabajan.


Conclusiones
·       
  •          La pobreza es una de las causas que da origen al mercado laboral infantil y hace que ésta aumente y perdure por más tiempo.


  •          La voluntad política de los estados es la única forma de combatir este mal global, es decir, demandar a todo adulto que esté cometiendo este delito. Así se podrá evitar la explotación infantil. Ante todo los países industrializados deben comprometerse a no adquirir productos en los cuales se haya usado niños, pero deben comprometerse a la vez en ayudar al desarrollo de los países pobres y en vías de desarrollo para que los niños no sean obligados a trabajar. Los estados en vías de desarrollo deben hacer una opción determinante por la protección de los niños.

·       
  •      El trabajo infantil origina retraso escolar, la pérdida de años de educación, la cual se traduce en una cantidad inferior del capital humano disponible en una sociedad.

·    
  •     La mayoría de niños, niñas y adolescentes pertenecen a la población económicamente activa sin importarles las condiciones y riesgos a los cuales se enfrentan.

·        
  •    Las condiciones extremas en las que trabajan estos niños, hace que muchos de ellos sufran enfermedades, infecciones, quemaduras y hasta la muerte.

·         
  •       Para acabar más rápido con este problema, debemos apoyarnos todos; por lo tanto, se debe sensibilizar a la opinión pública sobre la situación, consecuencias y alternativas frente al trabajo infantil
   
  • Países industrializados: 2,5 millones de niños y niñas trabajan.